martes, 11 de junio de 2019

Ventajas de asistir a los Talleres de Verano


Llegan las vacaciones de verano y con ellas, un largo periodo de merecido tiempo libre que puede ser aprovechado de múltiples formas: descansar, cambiar la rutina, jugar, practicar deporte, viajar, vivir nuevas experiencias, adquirir nuevos aprendizajes, hacer nuevas amistades, aburrirse...
Pero lo fundamental en la infancia es que ese periodo sea, además de reponedor y agradable, enriquecedor. Por eso, los Talleres de Verano nos ofrecen la posibilidad de continuar nuestro proceso educativo pero desde un punto de vista lúdico y entretenido.

A continuación, destacamos algunos beneficios de asistir a los Talleres de Verano:

1. ADQUISICIÓN DE NUEVOS APRENDIZAJES: 
En estos talleres se pueden adquirir conocimientos curiosos y de cultura general que en muchas ocasiones no hay tiempo de aprender en la escuela debido a las exigencias curriculares. Además, al presentarse de forma lúdica, resultan muy atractivos para los alumnos y les animan a querer seguir aprendiendo en el siguiente curso.

2. DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIALES: 
Los niños salen de su entorno habitual, las aulas de los talleres se disponen de forma diferente a la escuela, se realizan juegos y actividades grupales en las que deben seguirse una serie de normas, se conoce a nuevos compañeros y compañeras...Todos estos elementos ayudan al niño a adaptarse a un entorno novedoso en el que tendrán que interaccionar con sus iguales compartiendo materiales, cooperando y en definitiva desarrollando una serie de valores y destrezas sociales que les serán útiles en su formación integral.

3. ADAPTACIÓN A NUEVOS RETOS Y ENTORNOS: 
A diferencia de las tareas habituales del curso, que suelen ser en su mayoría pasivas, en los talleres de verano se potencia la experimentación, la investigación y la autonomía personal, lo cual empuja al alumno a usar nuevas nuevas estrategias intelectuales y sociales.

4. REALIZAR ACTIVIDAD FÍSICA Y MENTAL: 
Las nuevas tecnologías han propiciado que buena parte del tiempo de ocio de los niños y niñas sea ocio pasivo. El uso de tablets, ordenadores, videoconsolas, a veces puede resultar útil e interesante pero nunca puede ser la base sobre la que se asiente la mayor parte del juego, ya que no implican ninguna actividad física y en muchas ocasiones, tampoco una actividad mental real. Por eso, el verano es un buen momento para practicar otra serie de juegos y actividades en las que el niño esté obligado a moverse y poner en funcionamiento todas sus destrezas mentales. En los talleres de verano siempre se tienen en cuenta estos aspectos y se programan actividades muy completas desde el punto de vista psicomotor e intelectual.

5. DIVERSIÓN Y APROVECHAMIENTO DEL TIEMPO: Compartir el tiempo de ocio con otros alumnos y alumnas, fuera del entorno escolar, es fuente segura de diversión. Si además, las actividades y juegos realizados tienen un carácter educativo, el verano habrá sido aprovechado de la mejor forma posible.

6. INDEPENDENCIA Y CONFIANZA: 
Desenvolverse en un medio diferente, menos jerárquico y en el que se requiere una mayor autonomía, resulta muy beneficioso para el proceso madurativo del niño, ya que ganará confianza en sí mismo y aprenderá a tomar decisiones ante planteamientos y situaciones novedosas.

7. DESCUBRIR NUEVAS FORMAS DE OCIO: 
En muchas ocasiones vemos cómo los niños y niñas se aburren con mucha facilidad. Que el aburrimiento aparezca ocasionalmente en la etapa infantil es algo natural, lo que resulta preocupante es que el menor no tenga los suficientes recursos para poder divertirse sin, por ejemplo, las nuevas tecnologías. En los talleres de verano se pueden aprender alternativas a los juegos habituales y a apreciar el entretenimiento en las pequeñas cosas.












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